jueves, 27 de septiembre de 2012

BLANCANIEVES (2012), Berger recupera la esencia y la magia del cine mudo





Lo mejor: la delicadeza y pasión que desprende
Lo peor: Prácticamente nada, tal vez, algunas soluciones visuales
Puntuación: 9/10

Todo el mundo conoce el cuento de la Blancanieves, el cine mudo acabó hace casi cien años y, por si fuera poco, el año pasado, en pleno siglo XXI, The artist, una película muda y en blanco y negro, fue reconocida por crítica y público a nivel internacional alzándose con el Oscar a la mejor película. 

A pesar de ello, Pablo Berger quiso llevar adelante el proyecto que tenía pensado desde hace casi ocho años y, finalmente, ha creado su particular adaptación del popular cuento de los hermanos Grimm. En blanco y negro, muda y en la España taurina de los años veinte, esta versión de Blancanieves es una oda al cine mudo y al Cine en mayúsculas. 

Obviamente, las comparaciones con The artist son inevitables, pero hay que dejar claro que el estar rodadas en blanco y negro y sin sonido son las únicas similitudes que poseen, en todo lo demás son películas totalmente distintas. Si The artist tendía más hacia el espectáculo y mantenía un cierto distanciamiento emocional con el espectador, Blancanieves es puro sentimiento y pasión. Además, el homenaje al cine mudo que rendía la francesa era argumentalmente explícito y lo hacía utilizando el lenguaje cinematográfico propio del cine sonoro (la mayor parte del filme estaba rodada como si fuera una película sonora), en cambio, la obra de Berger hace uso del lenguaje característico del cine silente y su homenaje está implícito en la historia.

Desde la sobreimpresión de Murnau hasta los Freaks (1932) de Tod Browning, pasando por los rostros en primerísimo plano de Carl Theodor Dreyer o Serguéi Eisenstein e, incluso, la corta y frenética ráfaga de imágenes del canadiense Guy Maddin, Blancanieves capta el alma del cine al que hace referencia y te traslada de lleno a los años veinte convirtiéndose, así, en un conmovedor y querido tributo a la cinematografía muda.

La impoluta y exquisita puesta en escena no impide advertir el enorme mimo con el que está hecha. La dirección de Berger desprende amor y cariño en cada fotograma. Maneja el humor, el afecto, la ternura, la tragedia y el drama con la misma delicadeza que irradia la interpretación de Macarena García como la inocente Blancanieves.

Torera en lugar de princesa y de nombre Carmen, esta Blancanieves está lejos —lejísimo— de la guerrera que vimos en la insulsa Blancanieves y la leyenda del cazador (2012) y de la risible veinteañera de Mirror mirror (2012). El ángel que tiene Macarena contrasta con la firmeza y energía que la estupenda Maribel Verdú imprime a su personaje de madrastra. La actriz madrileña interpreta por primera vez a una villana y lo hace con la contundencia, frialdad y vigor que el papel requiere. Nadie le hace sombra.

Una de las cosas más originales y acertadas que tiene el filme es la imaginativa adaptación de la famosa fábula a la iconografía taurina y al folclore español de la época. A pesar de realizar ciertos cambios como el nombre —que no el apodo— y el estatus de la protagonista, la búsqueda de la fama en lugar de la belleza de la madrastra o la profesión de los enanos, Berger es fiel al espíritu y la esencia del cuento a la vez que retrata con atino las costumbres de la época.

Señoras y señores, vayan al cine a ver la Blancanieves de Pablo Berger, una maravilla. Un baile para los sentidos. Prepárense para reír, llorar, vibrar, enternecerse, apasionarse y dejarse llevar por la magia de una historia mil veces oída, pero jamás contada de esta manera. 





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Ficha Técnica

Título: Blancanieves
Título original: Blancanieves
Dirección: Pablo Berger 
Guión: Pablo Berger
País: España
Año: 2012
Duración: 98 min.
Reparto: Maribel Verdú, Ángela Molina, Daniel Giménez Cacho, Inma Cuesta, Macarena García, Josep Maria Pou, Pere Ponce, Ramón Barea, Sofía Oria, Pere Vall, Emilio Gavira, Ignacio Mateos, Carmen Belloch
Distribuidora: Wanda Visión S.A.
Productora: Arcadia Motion Pictures, Motion Investment Group, Mama Films, Noodles Production, uFilm 
Dirección artística: Alain Bainée

Efectos visuales: Bert Deruyck, Dave Goodbourn, Ferrán Piquer, Francesco Rossi, Francisco Palomares Pozas, Francisco Porras, James Rose, José Miguel Zapata, Moisés Cambra, Óscar Perea Marcos, Pedro Lara, Sandra Picher, Sergio Fernandez
Fotografía: Kiko de la Rica 
Maquillaje: Fermín Galán, Jesús Martos, Lola Martínez, Silvie Imbert
Montaje: Fernando Franco
Música: Alfonso Vilallonga
Producción asociada: Sandra Tàpia
Producción ejecutiva: Adrian Politowski, Gilles Waterkeyn, Jeremy Burdek, Nadia Khamlichi
Producción en línea (Bélgica): Stéphane Lhoest 
Sonido: Gareth Llewellyn


Tráiler



3 comentarios:

  1. Al igual que a los toreros ante un buen capeo a un toro de 500kg: OLE! Por capear una de las mejores películas que ha dado el cine español con tanta elegancia y maestría.

    Y gracias por hacerme vibrar con la crítica casi tanto como con la película (y mira que es difícil)!

    Felicidades, por tu blog y tu talento!

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  2. Estampas curiosas, una mirada diferente, un final desolador.... Hay buen material y hermoso cine en las imágenes de 'Blancanieves' que nos trae Pablo Berger. Aunque no sé si el hecho de que se haya llevado diez Premios Goya en la última edición dice mucho de nuestro cine. Un saludo!!!

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  3. Curioso. Me deja frío el espectáculo de Blancanieves. Tiene algo de muerto, como si la muerte persiguiera LA PELÍCULA, COMO SI SU FINAL NECRÓFILO SE APODERARA totalmente de la manera de rodar, de la manera de actuar (brillantes pero distantes). Deslumbrante, a veces encorsetada en una planificación tan perfecta como inquisitiva, mostránadonos los gestos de un país que no es mi país, de una tierra que me queda tan lejos como la doliente desventura de Sjöstrom, o la brutal epopeya de Griffith... sin poder reprocharle lo que le reprocharía a la para mí sobrevaloradísima "The artist", hay algo profundamente posmoderno en el diseño de la historia, ese pastiche creativo, esa mirada que busca lo atávico y lo grotesco en las tradiciones patrias; Wilder, Eisenstein, Murnau, Griffith, Brown, Hitchcock... citados y a veces hasta subrayados (Sunset Boulevard)... y el deswcarnado final, nada gratuíto. Una experiencia fílmica precisa y fría. No siento emoción por estos personajes, ni me mueve la increíble mirada de Blancanieves, ni me aterra la calculada sobreactuación de la magnífica Verdú, ni la precisión emocional de un espléndido Pere Ponce... hay seguramente una pregunta a hacerse: Tiene algún sentido una película así ahora y aquí? O, al menos, si lo tiene, no es menor que el de Murnau, Griffith, Sjostrom, Von Stroheim, Lang, Wiene, Eisenstein, Pudovkin, Dreyer, Pabst, Flaherty, o Segundo de Chomón, da igual, también ahora y también aquí... Y nada tienen que ver unos y otros. La pregunta es pertinente, no por joder la marrana. Es una buena película. Sólo me cuesta entender las motivaciones y la verdadera importancia de explicar esta historia en este formato... no me parece ni evidente ni claro. Por cierto, mejor película para mí española del año, para mí, la terrible y desesperanzadísima Diamond Flash.

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