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Lo más curioso de Steven Soderbergh no es que
haya anunciado varias veces su retirada del cine aduciendo
su desencanto con la industria de Hollywood para, luego, volver, no con
una, sino con varias películas más (lo hizo justo al acabar Contagio e
Indomable en el 2011) sino que lo más curioso es que se trata de uno de
los directores norteamericanos más prolíficos en activo, con más de 25
películas en su haber y, pese a varios estilemas formales que se repiten
constantemente —esos encuadres a la altura de la cintura, ese
exceso de planos de todas las Ocean's o ese calculado aspecto formal con una fotografía cuidada al
milímetro— es muy difícil trazar líneas temáticas en su filmografía.
Como un funambulista sobre la cuerda que
separa a lo comercial de lo independiente, Soderbergh prácticamente ha cambiado
de género y de temática en cada uno de sus filmes. Siempre se alaba (y con
razón) a directores capaces de dejar una impronta personal en todos sus
trabajos pero poco se ensalza a cineastas como Soderbergh o Michael
Winterbottom que son capaces de mutar, artísticamente hablando, en cada uno de
sus trabajos para amoldarse al tipo de filme que están realizando.
En esta ocasión, el director de Sexo,
mentiras y cintas de vídeo, nos presenta una historia de intriga centrada
en el mundo de la psiquiatría y la psicofarmacología. Emily, interpretada por
la cada vez más solvente Rooney Mara, entra en una profunda depresión cuando su
novio (Channing Tatum) regresa a casa después de haber pasado unos años en la
cárcel. Después de varias visitas con su psiquiatra personal (Jude Law), accede
a tomar un nuevo medicamento que éste le receta y que desencadenará una
serie de misteriosos sucesos de ambiguo devenir.

El problema de Efectos Secundarios reside
en que, si bien funciona en sus primeros dos tercios como (digna)
emulación de estilos y fórmulas de genios ya consagrados, en el último, esa
fórmula se desgasta por completo dejando a la luz las vergüenzas de Soderbergh
que, como acertadamente escribió Óscar Navales en su crítica de TheGirlfriend Experience para la revista on-line Transit: cine y otrosdesvíos, se podrían resumir en que su
estilo "refleja antes una pose artística que una actitud creativa
honestamente asumida".
Salvando este síntoma idiosincrásico del cine
de Soderbergh, el director nos brinda un notable filme de suspense que empieza
y acaba con unos planos muy parecidos a los de Roman Polanski en La semilla del diablo para coger al
espectador, como si de un quimérico inquilino de Rosemary se tratase, y manipularlo
una y otra vez y acabar, muy dignamente, su carrera cinematográfica (o no…).
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Título: Efectos secundarios
Título original: Side Effects
Dirección: Steven Soderbergh
Guión: Scott Z. Burns
Música: Thomas Newman / Children of 13
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 106 min.
Reparto: Rooney Mara, Carmen Pelaez, Marin Ireland, Channing Tatum, Polly Draper, Haraldo Alvarez, Jude Law, James Martinez, Vladimi Versailles, Jacqueline Antaramian, Michelle Vergara Moore, Catherine Zeta-Jones, Katie Lowes, David Costabile, Mamie Gummer, Steven Platt, Victor Cruz, Vinessa Shaw
Distribuidora:
eOne
Productora: Endgame Entertainment, Di Bonaventura Pictures
Presupuesto: 30.000.000,00 $
Diseño de producción: Howard Cummings
Premios
Tráiler
A nosotros nos gustó. Sí, es cierto que en algunos puntos es lenta y carente de ritmo, aunque por suerte, lo arregla casi todo con el doble giro final, salvándola de convertirla en una película más digna de tarde de domingo de Telecinco (telefilme de bajo presupuesto) que de lo que realmente es.
ResponderEliminarRecomendable
tiene la continuidad narrativa de Goddard con eso, es suficiente, los protagonistas son 4 la chica, la psiquiatra, el psiquiatra y la empresa farmacologica, al final el protagonista el psiquiatra ve un primer giro de tuerca con la psiquiatra y un segundo giro de tuerca con la chica, falto la posicion en que queda la empresa farmacologica, se presume pero, debio ser explicita
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