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Treinta años hemos tenido que esperar para
que Ridley Scott volviera al género que lo encumbró en Hollywood, la ciencia
ficción. ¿El pretexto? Explorar el origen del universo ficticio que creó en
1979 con Alien, el octavo pasajero.
¿El resultado? Prometheus, una
película con un mundo propio, independiente del primer Alien, pero impregnada de su ADN.
Así, mientras aquella apelaba a lo interior, a lo
pequeño, a lo íntimo del ser (el miedo al intruso desconocido), Prometheus apunta a lo más alto, a la
creación de la raza humana. Para ello, Scott, junto con los guionistas Damon
Lindelof y John Spaihts, imaginan una mitología única inspirada en los escritos
de Erich von Däniken, donde la hipótesis de que nuestros creadores
pudieron venir de un planeta extraterrestre se entremezcla con el origen de los
seres (aquí llamados “ingenieros”) que encontramos en la nave abandonada de Alien.
Por lo tanto, no es del todo exacto etiquetar
a Prometheus como la “precuela” de Alien, el octavo pasajero —entendiendo
“precuela” como los acontecimientos que dieron lugar a la original— ya que la
cinta narra unos hechos autónomos construidos a partir de los elementos de la
de 1979, es decir, lo que en gramática fílmica se llamaría spin-off.
Un grupo de científicos y exploradores
contratados por, atención, Weyland Corporation (la misma de Alien, el octavo pasajero) son ayudados por el androide Dave (o,
¿Ash?), capitaneados por la directora de la misión Meredith Vickers y guiados
por los arqueólogos Elisabeth Shaw (o, ¿Ellen Ripley?) y Charlie Holloway en un
viaje espacial en la nave Prometheus (o, ¿Nostromo?) hacia un remoto planeta en
busca del origen de la vida en la Tierra.
De esta manera, Scott ha introducido una
serie de innumerables guiños a su antecesora (o, mejor dicho, predecesora) que,
más allá de buscar esa mirada de complicidad entre los fans de Alien, supone una reivindicación autoral
de ese mundo que él mismo creó hace treinta y tres años. No obstante, si
miramos más allá de esas citas autorreferenciales, veremos cómo el cineasta
británico mantiene un diálogo constante con filmes como 2001: Una odisea del espacio y su propia Blade Runner. La clara alusión que hace el inicio de Prometheus a los primeros minutos de la
película de Kubrick y, esa representación del nacimiento de la humanidad que
motiva el argumento de ambas, convive a lo largo del metraje con ideas ya
planteadas por Scott en Blade Runner
como una sociedad gobernada por grandes corporaciones —“Tyrell Corporation” en Blade Runner y “Weyland Corporation” en Prometheus—, la cohabitación de lo humano con lo
robótico —es Meredith, al igual que Rachel, un androide?— o la angustia
existencial de los replicantes representada en el personaje de Dave.
El director que dignificó el cine de ciencia
ficción con “bicho” oculto, ha creado, en esta ocasión, un engendro bicéfalo
que encuentra en la figura literaria de Dr.
Jekyll y Mr. Hyde su mejor ejemplificación. El filme está dividido en dos
claras partes, la primera (Dr. Jekyll), es la ciencia ficción contenida, seria e intrigante (gracias a la inteligente
dosificación de la información por parte de Scott) y, la segunda (Mr. Hyde), es
el desternillante y autoconsciente sabotaje de esa primera parte en pos de una
exageración descarada sin cortapisas.
Digo autoconsciente
porque, hacia la mitad del metraje, el director realiza una declaración de
intenciones al intercalar una secuencia de humor puro —la del
capitán de la nave y Meredith— que nada tiene que ver con el tono que había ido
adquiriendo el filme, ya que, a partir de ese momento “bisagra”, la película se
torna en una hilarante sucesión de escenas gore
filmadas con maestría, a cual más divertida y descabellada —ver la magnífica y
más impactante escena proyectada últimamente en salas donde vemos a la
arqueóloga Elisabeth Shaw dentro de un módulo de cirugía auxiliar—, que, por
otro lado, dinamitan las buenas ideas esbozadas en la primera hora.

En la mitología griega,
Prometeo es considerado el forjador y protector de la raza humana por robar el
fuego de los dioses y ofrecérselo a los
humanos. Al hacerlo, Zeus, el dios del cielo y el trueno, le impuso como
castigo que un águila le comiera sus entrañas durante toda la eternidad. Por
otra parte, los tripulantes de la nave Prometheus acuden a una estrella situada
a años luz de la Tierra dispuestos a “hacer cualquier cosa” para encontrar las
respuestas a las preguntas que se están planteando ¿De dónde venimos? ¿Quién
nos creó? ¿Hacia dónde vamos? Las respuestas que encuentran no son las que
ellos esperaban encontrar y es que, como aprendió Prometeo, hay líneas que no
deberían ser nunca cruzadas.
De esta unión entre
mitología, religión y la ciencia ficción más clásica, surge un filme de una
gran potencia visual, más próxima a Horizonte final (1997) o Sunshine (2007) en su primera parte y más cercana a Pandorum (2009) o la misma Aliens: el regreso (1986) en su segunda, que, lejos de pecar
de pretenciosidad (recordemos que es una película de género, no un ensayo
científico), nos adentra en un nuevo y fascinante universo del que no querremos
huir.
Seguir a @thebigkahuna3
Crítica para votar en Filmaffinity
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Ficha técnica
Título: Prometheus
Título original: Prometheus
Dirección: Ridley Scott
Guión: Damon Lindelof, John Spaihts
País: Estados Unidos
Año: 2012
Duración: 124 min.
Reparto: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Idris Elba, Guy Pearce, Logan Marshall-Green, Sean Harris, Rafe Spall, Emun Elliott, Benedict Wong, Kate Dickie, Patrick Wilson, Lucy Hutchinson
Distribuidora:
20th Century Fox
Productora: 20th Century Fox, Scott Free Productions, Dune Entertainment
Presupuesto: 130.000.000,00 $
Efectos especiales:
Alexander Gunn, Andrew Ryan, Anna Lind Sævarsdóttir, Ben James, Casper
Lailey, Chris Fitzgerald, Craig Leong, Dan Doddington, Doug McCarthy,
Eggert Ketilsson, Garry Cooper, Gilles Paillet, Graham Povey, Graham
Riddell, Haukur Karlsson, Jalila Otky, Johannes Sverrisson, Jón Andri
Guðmundsson
Efectos visuales:
Abhishek Ghorui, Abigail Mendoza, Adam Bradley, Adam Coglan, Adam King,
Albrecht Steinmetz, Alex Khan, Alexander Eriksson, Alexia Cui, Allen
Maris, Althea Suarez Gata, Ambrish Rangan, Amy Brunolli, Ana Laura
Esperón, Andreas Bravin Karlsson, Andreja Vuckovic, Andrew Palmer,
Andrzej Bandurski, Andy Burmeister, Anna Sitjà, Anu Liikkanen, Arnaud
Havart, Arthur Chan, Arturo Orgaz Casado, Audrea Topps Harjo, Aurore de
Blois, Aurynn Shaw, Austin Eddy
Fotografía: Dariusz Wolski
Maquillaje: Aisling Nairn, Áslaug Dröfn Sigurðardóttir, Chris Lyons, Claire
Cameron, Colin Shulver, Conor O'Sullivan, Dan Frye, Dhruve Patel, Helen
Christie, Hongyu Yin, Jack Slack, Jana Carboni, Jane Oginsky
Montaje: Pietro Scalia
Música: Marc Streitenfeld
Producción ejecutiva: Damon Lindelof, Mark Huffam, Michael Costigan, Michael Ellenberg
Tráiler
BSO
Para mí, lo único salvable la dirección artística y el punto de partida. El resto es una basura. Aquí te dejo una crítica en la que se exponen distintos agujeros argumentales made in Lindelof http://www.jotdown.es/2012/08/prometheus-para-dummies/
ResponderEliminarCierto es que, el guión, en la segunda parte, destruye un poco las buenas ideas planteadas en el punto de partida y en la primera hora. Estoy contigo en que, visualmente, la película es apabullante (eso no se lo negaremos a Scott), pero ya digo que, la segunda parte, es entretenimiento puro y duro. A veces, no hay que buscarle 3 pies al gato. Es una muy digna película de ciencia ficción.
EliminarMuy interesante el blog, ya lo había leído por algún sitio ;)
Un saludo
"Prometheus, el insulto final", es el título que debería haber colocado finalmente Ridley Scott a este engendro. Decía Pumares que parecía que Los Duelistas, Blade Runner y Alien se las debía haber hecho su primo, porque no se explica que a posteriori Ridley haya rodado tanta mierda.
ResponderEliminarSalta a la vista que han cortado el metraje final, pero es que ni con calzador hubiesen conseguido que este guión fuera medianamente interesante.
Sólo destacable el tremendo morbo que me produce Noomi Rapace, a pesar de pintarla en este caso de tontica. Se nota que es hija de un cantaor flamenco, de nórdica no tiene ni la feliplla de las bragas. Una pregunta nos asaltó durante la película: ¿por qué lleva el sujetador ese de trapo puesto durante la operación? ¿Exigencias puritanas de guión? Las domingas deberían haber estado al aire, ahí acabó toda la credibilidad de la película.
Ahora que va a salir en DVD a la venta la veré pero en su dia cuando se estrenó en agosto no me llamó mucho la atención y tenía más ganas de ver la última del batman de nolan que tampoco me acabó de gustar mucho pese a que la película está muy bien hecha y se nota el gasto de pasta, la historia me pareció mucho a la segunda del joker, igual porque nolan rueda muy parecido últimamente. Prometheus tengo ganas de verla ya que soy bastante fan de la saga alien, saludos!
ResponderEliminarRABANER: lo UNICO que quiero aclararte es que NOOMI RAPACE es sueca.
ResponderEliminarPor lo visto desconoces los tres filmes de MILLENNIUM.
"Se nota que es hija de un cantaor flamenco", que tomaste, amigo?