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Hoy llega a las pantallas la esperada continuación de 3 metros sobre el cielo, la exitosa
adaptación al cine de la novela del escritor italiano Federico Moccia Tre metri sopra il cielo. Después de que
fuera la película más taquillera del 2010 en España cosechando numerosas legiones de fans (y enemigos) en toda la
península —gracias, en gran parte, a la participación de Mario Casas y Maria
Valverde en la película—, la historia de amor entre Hache y Babi no podía
acabar ahí y la productora —Antena 3 Films—, para alegría de los
seguidores (y sufrimiento de los
detractores), no tardó en encargar la secuela a su director Fernando González
Molina.
En esta segunda parte, titulada igual que el segundo libro de
Moccia en el que se basa, Tengo ganas de
ti, Hache (Mario Casas) ha vuelto a casa tras pasar una temporada en
Londres tratando de olvidar el recuerdo imborrable de su amor por Babi (María
Valverde). Al regresar, verá que todo ha cambiado, sus amigos, su entorno, su
familia e incluso él y, en mitad de ese desconcierto, conocerá a la sexy Gin
(Clara Lago), una chica de espíritu descarado, vitalista y desvergonzado que le
hará creer que es posible volver a revivir la magia del amor. Pero tarde o
temprano tendrá que hacer frente a su pasado…
A lo largo de la película se repite más de una vez una simple
—que no vacua— idea, perfecta para definir la relación entre ambas películas. Vendría
a decir que, con el tiempo, todo cambia, para lo bueno y para lo malo. Los
personajes han crecido junto con la historia y eso se nota, tanto en la manera
de enfocar la trama por parte del director como en la evolución de los
protagonistas, más maduros y con más traumas y conflictos interiores que en la
primera entrega. Mientras que 3 metros
sobre el cielo era un producto exclusivamente juvenil y un filme de
“blancos y negros” en el sentido de que todo se llevaba a los extremos —o se
amaban locamente o se odiaban a muerte, o eran amigos o eran enemigos, o eran
inmensamente felices o eran completamente desgraciados…—, éste es un filme de
“grises” donde nada es tan idílico ni tan trágico como en su antecesora, donde
los sentimientos manifiestan dudas y donde, en definitiva, todo es más cercano
a la realidad.
Pese a ello, no hay que lanzar las campanas al vuelo, puesto
que a la cinta le cuesta desprenderse de ese romanticismo maniqueísta que
arrastra y, el guión, a medida que avanza la película, deja a la luz sus
constantes altibajos y su ansia de abarcar varios temas sin profundizar en
ellos, hecho que da lugar a escenas “metidas con calzador” —véase la historia
de la hermana de Babi— y a una narración un tanto abrupta. En su favor hay que
remarcar la acertada reducción del número de clichés y escenas cursis que
contenía la primera parte, en pro de una aproximación a los mismos temas (el
enamoramiento y el desamor) desde una vertiente un poco más sazonada.
Dado que la gran mayoría del equipo técnico repite otra vez,
el aspecto visual de la cinta sigue los mismos patrones que su antecesora. La
película no va a pasar a los anales de la historia por su calidad técnica pero
hay que reconocer la sensibilidad que Fernando González desprende con su puesta
en escena. Cuida el más mínimo detalle para reflejar esa estética juvenil
actual. Mima a sus actores principales para que luzcan como Apolíneo —esa
fotografía aderezada para remarcar hasta el último abdominal de Mario Casas— y
logra mostrar ciertos parajes de Barcelona con la naturaleza bucólica que se
merecen.
He dejado para el
final el elemento que hace de Tengo ganas
de ti un entretenimiento simpático y que aporta ese toque de frescura y
descaro que le faltaba a 3 metros sobre
el cielo, Clara Lago. Esta actriz madrileña de 22 años ha sido una elección
excelente para interpretar al personaje de Gin. Con esa mezcla equilibrada
entre su semblante juvenil y su fuerte personalidad es la perfecta versión
femenina de Hache. Una chica que hace lo que le da la gana y no le da
explicaciones a nadie como dice el personaje de Mario Casas. Ambos comparten
una química que traspasa la pantalla y llega a los espectadores y es ahí, en la
relación entre ellos dos, cuando la película funciona mejor, dejando en un
segundo plano a la historia del personaje de María Valverde.
Cabe destacar también el plantel de secundarios capitaneados
por una pletórica Marina Salas que se confirma —si no lo era ya— como una de
las mejores actrices jóvenes del cine español. Repitiendo el mismo papel, esta
vez interpreta a una Katina compungida y afligida con la misma contundencia y
precisión con la que interpretó a la risueña Katina de 3 metros sobre el cielo.
En definitiva, los que se acerquen a esta segunda parte
esperando ver lo mismo que en la primera se verán decepcionados. Para los que
se hayan leído los libros ya sabrán que, dicho de una forma fácil y sencilla, Tengo ganas de ti es el hermano mayor de
3 metros sobre el cielo. Los
personajes han madurado y han dejado de lado las carreras de motos ilegales,
las peleas entre los machitos de grupo y la historia de amor es tratada de una
forma más reflexiva y prudente que en la almibarada primera parte.
Seguir a @thebigkahuna3
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Ficha técnica
Título: Tengo ganas de ti
Título original: Tengo ganas de ti
Dirección: Fernando González Molina
Guión: Ramón Salazar (Novela: Federico Moccia)
Guión: Ramón Salazar (Novela: Federico Moccia)
País: España
Año: 2012
Duración: 130 min.
Reparto: Mario Casas, María Valverde, Álvaro Cervantes, Clara Lago, Marina Salas, Luis Fernández, Andrea Duro, Nerea Camacho, Diego Martín, Manu Fullola, Andrew Tarbet, Antonio Velázquez, Carme Elias, Cristina Plazas, Jordi Bosch, Joan Carles Suau, Carles Francino
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: Zeta Audiovisual, Antena 3 Films
Departamento artístico: Marina Pozanco
Dirección artística: Patrick Salvador
Fotografía: Xavi Giménez
Libro original: Federico Moccia
Maquillaje: Jesús Martos, Lola Martínez
Montaje: Irene Blecua
Producción ejecutiva: Francisco Ramos
Sonido: Dani Fontrodona
Tráiler:
BSO
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